Introducción

La siguiente exposición virtual presenta la investigación realizada por las profesoras Kira Mahamud, Tamar Groves, Cecilia Milito y Yovana Hernández sobre la (re)presentación de la guerra y la paz en la educación española durante la transición a la democracia. La investigación fue presentada en el congreso de la International Standing Conference for the History of Educación (ISCHE 36) celebrado en Londres los días 23-26 de julio de 2014, que llevó por título: Education, War and Peace, y posteriormente publicada en el monográfico sobre la temática del congreso con el título: Civic education and visions of war and peace in the Spanish transition to democracy, Volume 52, Issue 1-2, 2016.

Se explora la visión que transmiten diversas fuentes educativas sobre la guerra y la paz en una época en la que se está dejando atrás un régimen autoritario fundamentado en una guerra civil y casi cuarenta años de dictadura. Presuponemos que los conceptos de guerra y paz están vinculados a las ideas de Estado y ciudadanía, constituyendo por tanto términos útiles para examinar cambios en la educación cívica.

Una característica distintiva de este estudio es que no se limita a estudiar documentos oficiales político-educativos. Si bien es cierto que nos interesaba conocer la proyección de la visión oficial de la guerra y la paz a través de sus instrumentos de difusión, incluimos la perspectiva comparada a través del análisis de fuentes provenientes de los maestros innovadores de la época. Las perspectivas de estudio son por tanto de arriba abajo y de abajo arriba.

Con el propósito de ofrecer un análisis comprehensivo de esas visiones sobre la guerra y la paz, se examinó una variedad de documentos educativos: legislación, orientaciones pedagógicas, libros de texto, revistas de maestros, documentos elaborados por maestros y material escolar producido en el aula. Se prestó especial atención a la posible presencia de emociones y sentimientos en la caracterización de la guerra y la paz, o, si por el contrario se trataba de una presentación fría, factual y basada en hechos.

Estos objetivos obligaron a analizar el lenguaje escrito e icónico. Texto e imágenes fueron examinadas escrupulosamente, buscando conceptos e imágenes que pudieran contener carga emocional. Sobre todo en los libros de texto, las imágenes fueron recopiladas una a una elaborando álbumes ilustrativos de cada libro de texto.

El estudio reveló la convivencia de dos discursos diferentes, de dos presentaciones distintas de la guerra y la paz. El discurso oficial desplegaba un tratamiento basado en hechos “objetivos” sobre la guerra y una tendencia a concentrarse en las acciones de los organismos internacionales cuando se trataba de explicar la paz. Las relaciones internacionales se mostraban de una manera armónica y alejada de la realidad, distorsionando la compleja realidad del equilibrio de poderes y amenazas militares. Sin embargo, el tratamiento de la paz en los círculos de movimientos de maestros y profesores era diferente. En ese contexto existió una decisión consciente de involucrar a los estudiantes en la oposición a la guerra, reforzada por mensajes cargados de contenido emocional sobre el peligro de las armas.

Guerra y paz en educación: la ley del 70

A partir de la década de los años sesenta, la dictadura franquista se esforzó por ser reconocida y respetada por los países del bloque occidental. En línea con las recomendaciones de los organismos internacionales, el sistema educativo fue reestructurado en su totalidad a través de la Ley General de Educación (LGE) de 1970. La legitimación que la dictadura había tenido en los primeros años tras la Guerra Civil tuvo que ser modificada (nunca abandonada) por nuevas legitimaciones acordes con los nuevos escenarios nacional e internacional. Así, una nueva legitimación se puso en marcha a través de los discursos de paz. A mediados de los sesenta encontramos que en la revista Vida Escolar[1] comienzan a aparecer referencias al Día Escolar de la no-Violencia y la Paz. En 1964, el año de la celebración de los 25 Años de Paz, se promueve en las escuelas una campaña a favor de la paz junto a grupos católicos como Pax Christi y Justicia y Paz que constituyeron las primeras redes y movimientos sociales por la paz en España[2]. Heredando estas influencias, a partir de 1976 comenzó a celebrarse el día 30 de enero como Día Escolar de la no-Violencia y la Paz, una forma de conmemorar el asesinato de “Mahatma” Gandhi[3].

En las concreciones curriculares de la LGE publicadas en la nuevas orientaciones pedagógicas de 1971, los temas sobre la Guerra Civil, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial sólo estaban presentes en los contenidos de ciencias sociales de octavo curso de Educación General Básica (EGB). La Guerra Civil española aparecía como la Guerra de Liberación (término utilizado por el franquismo en su legitimación) referida como una guerra que era necesaria para liberar a España de sus enemigos: los ateos, comunistas, masones y liberales. Esta manera de presentar la guerra era, por encima de todo, una reliquia del viejo discurso, pero estaba en línea con el espíritu conservador y tradicionalista, que se mantuvo presente en los discursos de Franco hasta el final de la dictadura y se completaba, como dijimos, con las propuestas y discursos sobre la promoción de la paz.

[1] Como un apoyo a la innovación pedagógica, los centros educativos recibían de forma mensual y gratuita la revista Vida Escolar.

[2] Ver Pedro Oliver Olmo, “El movimiento pacifista en la Transición democrática española”, en Rafael Quirosa-Cheyrouze y Mónica Fernández Amador, eds., Historia de la Transición en España. Sociedad y movimientos sociales (Almería, Instituto de Estudios Almerienses, 2009), 271-284.

[3] Ver BOE no. 290, (3 de diciembre de1976), p. 24093.

Los contenidos sobre la guerra y la paz no se desarrollaron de forma extensa en las orientaciones pedagógicas pero es posible rastrearlos en otros contenidos, especialmente los referidos a las relaciones y organismos internacionales. El examen de los libros de texto confirma la misma tendencia. Se encuentran citas literales tomadas directamente de textos publicados por organizaciones internacionales e información sobre su establecimiento y funcionamiento. Estas instituciones eran vistas como garantes de la paz, aunque retratadas a través de una representación más bien ingenua, donde se resaltaban la paz y la armonía en una comunidad internacional que estaba dividida en bloques y participaba de la Guerra Fría.

¿Cómo se presentaron las guerras en los manuales? En general, los orígenes y las consecuencias de las guerras fueron tratados en lenguaje objetivo, neutro y frío, sin emociones. Se describieron en informes factuales, tediosos y aburridos sobre la situación económica, política, tecnológica y demográfica (fallecimientos), como muestran las fotografías que adjuntamos:

Bomba Atómica

Bomba atómica: un ejemplar idéntico a éste se arrojó sobre Hiroshima. Tenía 4,25 m de largo por 1,50 de diámetro; pesaba 4.535 kg Y su potencia equivalía a 20.000 toneladas de trinitrotolueno. Ocasionó 90.000 muertos y 40.000 heridos” (La negrita es del manual).

Rastrilla Pérez, Juan. Historia universal y de España 8º curso (Madrid, S.M., 1977), 82.

Primera guerra mundial (sic): “El coste de la guerra. Pérdidas de los ejércitos combatientes.”

Mañero Monedo, Mariano; Sánchez Zurro, Domingo J.; González Gallego, Isidoro. Ciencias Sociales 8º (Madrid, Anaya, 1983), 67.

“Explosión de una bomba atómica”

Libro de texto: Rastrilla Pérez, Juan. Historia Universal y de España 8º. (Madrid, S.M., 1978, p. 82).

Por su parte, algunas de las imágenes encontradas en los libros de texto tuvieron el propósito de mostrar lo que no se decía con palabras, debido tal vez a la vergüenza, e hicieron de lente a través de la cual se pudieron ver el sufrimiento, la crueldad y el dolor de la guerra.

Este tipo discursivo utilizado en los textos didácticos de los manuales se compensó con ocasionales testimonios desgarradores incluidos como fuentes de autoridad en paralelo a dichos textos, revelando una dimensión de la guerra más cercana a la realidad.

Primera Guerra Mundial. “soldados franceses en las trincheras”.

Libro de texto: Departamento de Investigaciones Educativas de Santillana S. A. Consultor, Ciencias Sociales. Libro de consulta Nivel 8 EGB (Madrid, Santillana, 1974), 157.

Segunda Guerra Mundial. “El campo de concentración de Dachau. Aquí es donde Judíos y deportados políticos, vestidos con uniformes a rayas, estaban desnutridos y obligados a excesivo trabajo”.

Libro de texto: Mañero Monedo, Mariano; Sánchez Zurro, Domingo J. Gallego y González, Isidoro. Ciencias Sociales 8º (Madrid, Anaya, 1983), 161.

Sin embargo, las fotografías desgarradoras y conmovedoras no son predominantes. Se destaca más bien un uso generalizado de imágenes e ilustraciones que muestran los ejércitos, y especialmente los políticos y líderes.

I GUERRA MUNDIAL

“El 28 de junio de 1919, se firmó, en París, el Tratado de Versalles, muy duro para Alemania.”

Libro de texto: López Pérez, José; Ramos, Emérita. Sociedad 8º EGB (Valladolid, Miñón, 1977), 182.

II GUERRA MUNDIAL

“El general Eisenhower, nacido en Tejas (EE.UU.), se reveló como una de las grandes figuras militares de la Segunda Guerra Mundial. Más tarde, fue Presidente de los Estados Unidos. En la fotografía, aparece conversando con unos soldados.”

Libro de texto: López Pérez, José; Ramos, Emérita. Sociedad 8º EGB (Valladolid, Miñón, 1977), 202.

Fotografías de la sociedad civil se omiten en gran medida en la narración visual de la guerra. Los niños huérfanos y mujeres, así como su convivencia diaria con los heridos, mutilados y excombatientes se encuentran de forma muy escasa, como si la guerra hubiera tenido lugar sólo en las mesas de negociación de políticos y generales, y no en el campo de batalla.

Guerra y paz en los MRP

El tratamiento de los conceptos de guerra y paz en las publicaciones y los materiales didácticos que utilizaban los profesores que pertenecieron a los círculos de los movimientos de enseñantes eran sustancialmente diferentes de a los que vimos en los libros de texto. En la época que estamos estudiando la hegemonía del régimen con respecto al ámbito educativo se vio retada por un nuevo fenómeno: los movimientos sociales de maestros y profesores. Por un lado, los docentes lucharon por sus derechos laborales y por el otro lado se organizaron para democratizar su trabajo en las aulas. Sus iniciativas eran parte de una movilización social mucho más amplia que expandió desde los focos tradicionales de conflicto bajo el régimen franquista como las fábricas y las universidades y llegó a sectores más amplios incluyendo profesionales como médicos, maestros o arquitectos. Los movimientos de enseñantes que emergieron en España en los años 70 y 80 coincidieron también con la extensión de los nuevos movimientos sociales y compartieron muchas de sus reivindicaciones relacionadas con los derechos de la mujer cuestiones medioambientales o el pacifismo.

En las publicaciones relacionadas con los movimientos de enseñantes y especialmente con los movimientos de renovación pedagógica se ve que enseñar los conceptos de guerra y paz no solo se hizo de forma más amena sino fomentando el compromiso de los alumnos con la difusión de la cultura de paz.

Los artículos publicados por ejemplo en Cuadernos de Pedagogía proporcionaron información sobre cómo ponerse en contacto con movimientos pacifistas o acerca de actividades en las aulas destinadas a involucrar al alumnado emocionalmente con la importancia de la paz y los horrores de la guerra. Se hablaba de actividades en las cuales los propios alumnos tenían además de expresar sus sentimientos tomar una parte activa en difundir e mensaje pacifista.

Esta filosofía se percibe también en textos producidos por alumnos que acudieron a las clases de los militantes de los movimientos de renovación pedagógica. En periódicos escolares por ejemplo se ve como los riesgos de la guerra se explicaron de una manera que los niños podían relacionarlos directamente con su vida personal. De esta manera los conflictos bélicos se trabajaron no solamente a nivel teórico sino también emocional. Además el concepto de paz que se manejaba en los círculos de los movimientos de renovación pedagógica no fue limitado a la ausencia de la guerra sino se amplió a incluir la paz social refriendo no solamente al bienestar y a la tranquilidad sino también a la justicia y a la igualdad.

Conclusiones

A través del análisis  de las fuentes, se revela la guerra principalmente como una narración de hechos, centrados en fechas, batallas, descripción de la destrucción, y número de muertes. Una posible explicación a esta fría y llamativa representación de la guerra podría estar relacionada con la naturaleza de los libros de texto. Este tipo de narrativas provocan la impresión de que estos conflictos eran inevitables y los acontecimientos nunca podrían haber tomado un camino diferente.

Una segunda explicación de esta forma de escribir sobre la guerra, en el caso de España, podría estar relacionado con un esfuerzo para dejar atrás el viejo estilo emocional y de exaltación fomentado por la dictadura, como parte del esfuerzo del régimen de Franco para buscar legitimidad. El nuevo tono de estos libros de texto parece moverse deliberadamente lejos de esa tendencia y tradición. Sin embargo, con este tipo de discurso frio se corre el riesgo de caer en una excesiva racionalización y cosificación de hechos y personas, que, sobre todo desde el punto de vista educativo, sería mejor mostrar con emoción. Las únicas emociones las encontramos en algunas imágenes que acompañan al texto o en testimonios desgarradores que se presentan como fuentes de autoridad complementarias.

Nuestro estudio sobre los primeros intentos de introducir la educación para la paz en España revela dos estilos opuestos. En el discurso oficial descubrimos una tendencia a concentrarse en los organismos internacionales y sus acciones. Los estudiantes, de manera similar al caso de las guerras, reciben una lista de fechas y hechos oficiales. Más importante aún, las relaciones internacionales fueron retratadas de una manera armoniosa y poco realista, lo que distorsiona la realidad compleja de la balanza de poderes y las amenazas militares. El tratamiento de la paz en los círculos de los movimientos de los profesores era diferente. Había una decisión consciente para conseguir involucrar a los estudiantes en la oposición a la guerra, que fue reforzada por mensajes con carga emocional sobre sus horrores. Este estilo de educación está conectado a los movimientos sociales internacionales de oposición a la guerra, que surgieron en los años 1960 y 1970.

De hecho, como hemos visto en la planificación de los círculos de educación para la paz de la innovación pedagógica en España, incluyó el establecimiento de contactos con grupos locales que participaban en la lucha por la paz. Esta implicación con los movimientos sociales representa el ímpetu y la presencia de las emociones en la educación para la paz en aquellos círculos. Obviamente, esto no es aplicable a los programas estatales, pero sí aclara diferentes posibilidades de trabajar con los conceptos de la guerra y la paz en el sistema educativo.